El día que dejó de nevar en Alaska - Alice Kellen

El día que dejó de nevar en Alaska | Alice Kellen | Titania | Digital | 333 pág. | 2017

Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.

Por muchas reseñas positivas que leyera, tenía mis reparos porque con la autora tengo un tira y afloja. Y cada cosa que leía suyo no me gustaba entonces no sabía dónde me estaba metiendo, si iba a volver a ser un desastre o si al menos se me haría entretenido.

Tengo que decir que ha sido ambas cosas.

Primero todo es confuso, nadie sabe nada de Heather, no sabemos por qué está ahí ni por qué todo el mundo quiere que se vaya ni qué pasa con Nilak ni quién es Annie y por qué tenemos algunos capítulos narrados por ella. Y creo que no me dejo a nadie. 

Luego la trama de chico rudo, atractivo que se comporta como un gilipollas porque tuvo una movida y en lugar de ir al psicólogo utiliza a una pobre chica que se cree terapeuta para poder ayudarle, creía que ya estaba pasada de moda, y no, obviamente no me gusta, pero aquí estamos.

La primera mitad de la historia me hizo sentir de una forma muy acogedora. Como si estuviera leyendo uno de mis libros confort. No sé si la ambientación de la cabaña perdida en mitad de la nada y nevando... Pero me hizo sentirme como en casa, como si llevase leyendo ese libro toda la vida. Y luego pues a tomar por culo esa sensación. ¿Debido a qué? A la incoherencia entre un Nilak calladísimo y una página después un Nilak que habla por los codos. Es un poco raro, ahí quizás yo hubiera metido algo narrado por él para ver por qué hace ese cambio.

El romance no lo sentí porque cuando existe un personaje tan cerrado, tan frío, que se comporta tan mal con la pobre Heather, yo ahí no puedo sentir amor. Y luego se descubre el drama de Annie. Y la vida de Heather. Y la de Nilak. Cero sorprendida por cierto porque es predecible hasta decir basta igual que todo hasta el final.

Hay ciertas escenas y personajes que me sobran pero muchísimo. La historia no gana nada con ellos por lo que si desaparecen tampoco pierde nada. 

Al menos esta vez no ha sido tan horrible, pero mantiene puntos por cómo me hizo sentir la primera mitad de la historia.

3/5