¿Sabéis la de historias autopublicadas que hay por el mundo y que pocas veces se dan a conocer de la forma correcta? ¿Esas que merecen la pena ser leídas y releídas y sin embargo quedan en el olvido por alguna esquina de Internet? Pues aquí traigo dos de ellas.
Espero que le echéis un ojo a sus respectivas páginas en Amazon o incluso os animéis a hacer una visita a la autora en su página web. ¡Vivan los autopublicados!
Retorcida
Paula es una loca plagada de voces reprimidas, que a sus veinte y largos años decide vomitar sus historias o las historias de quien sea, en un blog que se vuelve cuasi-famoso.
Una mujer que habita entre sombras cómodamente, que refleja todo su cinismo escondido detrás de los vestigios de su sarcasmo, siempre aportando un toque irónico, el cual le ayuda a mantener la inocencia mientras suma seguidores.
Su inaparente equilibro mental se ve perturbado por la presencia binaria de un hombre, quien la desafía dentro de su propio juego. Una simbiosis inesperada la dejará desprevenida ante este perfecto extraño, quien utilizará el más vil de los recursos para llamar su atención y volver su propio ego en un gran enemigo.
La historia de una loca retorcida, indudablemente.
Hola, mi nombre es Paola.
De niña me vestían de rosa, fui a colegio de monjas y aprendí a ser ama de casa a una edad que quisiera no recordar.
Como no me dejaban jugar a la pelota porque era deporte de varones, opté por practicar handball… pero mis padres tampoco parecieron conformes.
En el correr de este tiempo tomé un montón de decisiones que creí correctas para después darme cuenta que pudieron no ser así, pero al menos fueron mías.
Un amigo solía decir que una vez que alguien lee tus escritos ellos ya no te pertenecen, se vuelven de quien lo lee.
Será por eso que escribo… porque la mejor manera de dejar ir el pasado es hablando de él, o escribiendo en mi caso.
Sea como sea, esta historia ya no me pertenece.