Para empezar, ¿qué le diría a alguien que no sabe si leer Pinceladas de Harmonía para convencerle de que lo haga?
Que no dude en leerlo porque descubrirá un libro “diferente”. Disfrutará de las aventuras de unos entrañables personajes contadas con una prosa poética que explora las posibilidades conceptuales y estéticas de la lengua con metáforas, sinestesias y demás expresiones plásticas; siempre al servicio de la emoción y la sugerencia.
Harmonía sería el pueblo en el que a todos nos gustaría vivir. Pinceladas de Harmonía más que leerlo hay que vivirlo. El único requisito que ha de cumplir el receptor es que tenga suficiente tiempo y curiosidad para llevar a cabo una lectura plácida y atenta. Solo así podrá disfrutar de una obra que invita a saborearla despacio y en pequeños vasos de cariño líquido. No se recomienda a lectores con prisa.
¿Puede contarnos alguna anécdota mientras escribía o se documentaba para Pinceladas de Harmonía?
Capítulos como “La familia Léxica. Fantasías contemporáneas”, “Benicio, Ovidio y Victoria. Moscatel de figuras”, “La pandilla de Mepomucena. Luces, salitres y estrellas” o “Druso y familia. Zócalos de magnetismo” me vinieron a la mente a partir del visionado de los partidos de fútbol de la selección holandesa en el Mundial de fútbol del 1974. Pura intemporalidad.
Este equipo timoneado por Johan Cruyff contaba en sus filas con gente como Rudolf Krol, Johnnie Rep, Robby Rensenbrink o Johan Neeskens. Y aún faltaban Barry Hulshoff, Willy van der Kuylen o Jan van Beveren…
Verlos desenvolverse por el campo resultaba fascinante. Ellos representaban la excepción a la regla y lo imprevisible frente a lo pronosticable. Revolucionarios en su profesión. Colectivismo como motor en el avance. Eran 11 pero parecían 20. Gente auténtica; no autómatas. Con apertura de ideas y fresca mentalidad. Cuando llovía, sonreían.
Intenté trasladar la alegoría de aquel fútbol de Holanda al imaginario colectivo de Harmonía; pero sin fútbol. En Harmonía no veremos a Willem van Hanegem, Arie Haan o Wim Suurbier pero sí a Teodoro Ochando, Anivderaleva Méndez, Ovidio Viñals o Bárbara Barberá. Todos son importantes, necesarios y emprendedores. Trabajan y se divierten. Cada día es un lance ilusionante. Con ellos el atractivo de lo diferencial brilla en Harmonía.
Si el fútbol de la Holanda del 74 representa el futbol total, Harmonía es lo más parecido a una sociedad total.
¿Qué le hizo tomar la decisión de escribir este libro?
Siempre me ha complacido esparcirme en la seducción que profesa lo que no se conoce. Nunca me ha gustado ni acomodarme ni repetirme. Me motivaba enfrentarme a un nuevo reto.
Resolví escribir Pinceladas de Harmonía para desde un plano literario compartir ideas, juicios y perspectivas sobre nuestro mundo. Si nuestros pensamientos crean la realidad, podemos crear una nueva realidad; por eso Harmonía resulta tan novedoso por su continente y su contenido.
Aunque en un principio escribir Pinceladas me resultó una argentería de desenlace impreciso, me divertí sobremanera con el desarrollo del acto creativo de la escritura. Con espontaneidad y libertad, sin objetivos comerciales. Al final el resultado no ha podido ser más fructífero y satisfactorio.
¿Pinceladas de Harmonía contiene algún mensaje general o más bien contiene varios para que cada lector saque una enseñanza diferente?
Pinceladas de Harmonía tiene tres niveles de lectura esenciales: el nivel retórico, el nivel humorístico y el nivel reflexivo.
A nivel retórico el mensaje podría ser: “Con los juegos verbales busca y descubre los significados de la orfebrería oracional. Disfruta de este proceso y constata el poder del lenguaje para organizar, pensar y percibir el mundo”. El libro es una obra pictórica y sus imágenes nacen de estas pinceladas retóricas. Sus colores y sus imágenes nos acompañan permanentemente en la lectura.
A nivel humorístico el mensaje sería: “Incorpora el divertimento a tu rutina diaria. El humor es un regalo portentoso que hemos de saber agradecer. Su poder transformador lo puedes experimentar en cada página del libro”. Cada pincelada es pura catarsis.
A nivel social también podemos extraer algunos mensajes: “Hemos de ser respetuosos y compasivos con los menos afortunados. Podemos construir un mundo nuevo, si queremos. Podemos ser felices con casi nada, obviando todo lo superficial que prevalece en nuestra sociedad contemporánea. Me entristece constatar cómo las sociedades modernas siguen sin aprender de los errores del pasado y siguen apostando por objetivos individualistas y egoístas. Este sistema está más que demostrado que ya hace tiempo que está agotado. Necesitamos nuevas propuestas.
Su estilo de escritura se define como prosa poética, ¿le fue difícil narrar la historia o caracterizar a los personajes por ello, o por el contrario escribir con múltiples figuras retóricas es un talento natural que posee?
Cuando estudié Filología descubrí leyendo a Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Adolfo Castañón o Gabriela Mistral la potestad de la poesía; muy diferente a la de la ciencia o a la de la economía.
Entendí (entiendo) que conjugando la poesía con la prosa podemos llegar a un lenguaje más auténtico y puro. Nomás así podemos evidenciar esas fragancias en las que no reparamos cuya exposición nos ayuda a descifrar nuestra realidad como una aventura más placentera.
Gracias a las pinceladas líricas conocemos mejor a personajes como Omara, Benicio, Yalinka, Aridany o Petronilo, pero también a nosotros mismos…
Pinceladas de Harmonía tiene tres niveles de lectura esenciales: el nivel retórico, el nivel humorístico y el nivel reflexivo.
A nivel retórico el mensaje podría ser: “Con los juegos verbales busca y descubre los significados de la orfebrería oracional. Disfruta de este proceso y constata el poder del lenguaje para organizar, pensar y percibir el mundo”. El libro es una obra pictórica y sus imágenes nacen de estas pinceladas retóricas. Sus colores y sus imágenes nos acompañan permanentemente en la lectura.
A nivel humorístico el mensaje sería: “Incorpora el divertimento a tu rutina diaria. El humor es un regalo portentoso que hemos de saber agradecer. Su poder transformador lo puedes experimentar en cada página del libro”. Cada pincelada es pura catarsis.
A nivel social también podemos extraer algunos mensajes: “Hemos de ser respetuosos y compasivos con los menos afortunados. Podemos construir un mundo nuevo, si queremos. Podemos ser felices con casi nada, obviando todo lo superficial que prevalece en nuestra sociedad contemporánea. Me entristece constatar cómo las sociedades modernas siguen sin aprender de los errores del pasado y siguen apostando por objetivos individualistas y egoístas. Este sistema está más que demostrado que ya hace tiempo que está agotado. Necesitamos nuevas propuestas.
Su estilo de escritura se define como prosa poética, ¿le fue difícil narrar la historia o caracterizar a los personajes por ello, o por el contrario escribir con múltiples figuras retóricas es un talento natural que posee?
Cuando estudié Filología descubrí leyendo a Julio Cortázar, Jorge Luis Borges, Adolfo Castañón o Gabriela Mistral la potestad de la poesía; muy diferente a la de la ciencia o a la de la economía.
Entendí (entiendo) que conjugando la poesía con la prosa podemos llegar a un lenguaje más auténtico y puro. Nomás así podemos evidenciar esas fragancias en las que no reparamos cuya exposición nos ayuda a descifrar nuestra realidad como una aventura más placentera.
Gracias a las pinceladas líricas conocemos mejor a personajes como Omara, Benicio, Yalinka, Aridany o Petronilo, pero también a nosotros mismos…
Dado a esto último, ¿no cree que el estilo narrativo que utiliza puede ser motivo para que los jóvenes no lean Pinceladas de Harmonía y que puede recordar a los textos que se analizan en clase de literatura?
Hay que reconocer que los jóvenes, entre 15 y 18 años, apenas leen. Esto es una realidad irrefutable. Sus referencias de ocio son otras; y los pocos que leen “motu proprio” prefieren contentarse con títulos de consumo rápido que no requieran un exceso de atención y que la línea argumental se perciba enseguida. A veces a los adultos también nos ocurre lo mismo. Llevamos un estilo de vida acelerado que no nos facilita la paz ni la calidad de tiempo necesarios para profundizar y descubrir en las páginas de según qué libros. Preferimos no alejarnos de nuestra zona de confort. Nada que reprocharles (ni reprocharnos).
Podemos decir que para bastantes alumnos sus únicas lecturas anuales son las “obligadas” en el colegio. Para el primer ciclo de la ESO estas lecturas tienen que ser ligeras, sencillas, frescas y ágiles. No podemos arriesgarnos a que acaben “odiando” los libros por no entenderlos.
Sin embargo, para un segundo ciclo de ESO y Bachillerato ya tenemos que apostar por otro tipo de lecturas, más acordes con su proceso natural de maduración. Tenemos que dar saltos de calidad y evitar que se acomoden a libros fáciles o comerciales. De lo contrario, nunca leerán a los clásicos ni a otro tipo de libros más “complejos” inicialmente. Ni los disfrutarán…
Y llegados a este punto, aparece Pinceladas de Harmonía; un libro en donde todo tiene sentido; y en bastantes ocasiones, más de uno. Su relectura te garantiza no parar de explorar y descubrir. Y eso es maravilloso… No hay que quedarse en una primera lectura superficial, hay que ir más allá. Pero, eso sí, nosotros los profesores necesitamos leerlo junto al alumno y acompañarlo en las explicaciones, frase por frase, hasta lograr que su paladar lírico se aclimate a sus líneas y a partir de ahí lograr el goce del proceso didáctico; de lo contrario, estaremos cometiendo un error metodológico. Para estas edades no es un libro para que el alumno lo lea solo. Se podría perder infinidad de significados y enseñanzas.
Igual que hacemos con libros como La Celestina, La vida es sueño, Los Sonetos de Quevedo o Tres sombreros de Copa tenemos que hacer con Pinceladas. Leer con ellos, escuchar, parar, pensar, sugerir, discurrir, sonreír, aprender, proponer, escenificar, imaginar… El libro merece su lectura porque cuando se “capta” su estilo resulta altamente estimulante y formativo para la vida. Un libro idóneo para entender la lectura como un juego.
Pinceladas de Harmonía resulta un libro ideal para que los alumnos de Bachillerato en la asignatura de “Lengua y Literatura Española” para conocer los movimientos literarios del Conceptismo y Culteranismo del siglo XVII y del Modernismo y Surrealismo de principios del XX. Estos contenidos aparecen por ley en el programa y no hay más opción que darlos… ¡Afortunadamente!
El Barroco del XVII es posiblemente el estilo literario más complejo de entender. Su artificiosidad, su deformación expresionista y sus constantes referencias a la cultura grecolatina dificultan su discernimiento.
Los propósitos del Modernismo siguen vigentes. Su profundidad nos ayuda a reflexionar sobre la realidad, el cosmopolitismo y las preocupaciones existenciales. El humor también es compartido por el Surrealismo. Estos dos movimientos buscan descubrir la verdad empleando imágenes que ayuden a exteriorizar emociones.
Pinceladas de Harmonía facilitaría el aprendizaje de estos movimientos literarios, cuyas características aparecen en el libro, de una forma más amable. Los alumnos agradecen que estos rasgos se adapten a un contexto sociocultural cercano a su realidad. Les ayuda a entenderlos mejor.
Y ya, por último, ¿puede contarnos algo curioso sobre la historia de Pinceladas de Harmonía y que no esté reflejado en sus páginas?
Pinceladas de Harmonía se plantea como un tríptico. Lo que no se refleja en sus páginas es precisamente lo que está por venir en las dos próximas entregas: conversaciones amigables entre la ingeniera Cynthia y la arcoirisadora Cloe, un cuento especial y espacial de Daristóbulo, productos cebriles de Yalinka, concursos gastronómicos en los que participan Lucía y Lisardo, premieres, fiestas…
¡Muchas gracias de nuevo al autor por el ejemplar y por el tiempo para responder la entrevista!
Hola!
ResponderEliminarNo conocía a este autor, pero gracias por darlo a conocer :D
Echaré un vistazo a su libro ^^
Un beso!
Hola! Como te dije en la reseña no es un libro para mí pero me ha gustado mucho la entrevista al autor y conocerlo, ya que hasta el momento no lo hacía. Además, aunque no tenga pensado leer el libro, siempre me gusta conocer anécdotas y demás cosas que solo nos puede contar el autor.
ResponderEliminarBesos!
¡Hola! ^^
ResponderEliminarComo te comenté en la reseña que hiciste sobre libro, no tengo pensado leerlo, y dudo mucho que la entrevista me haga cambiar de opinión xD
Es que no creo que sea para mí, pero le deseo lo mejor al autor :)
Besos!
¡Hola, Almudena!,
ResponderEliminarGenial entrevista :) Me han gustado mucho las preguntas, así como las respuestas de José Luis para animarnos a leer su obra.
Siempre me encanta conocer a los autores que hay detrás de las obras.
Un besito y hasta pronto. Nos leemos :D
Hola, una muy buena idea dar a conocer a al autor de la novela, me ha gustado mucho la entrevista, me ha parecido muy completa.
ResponderEliminarBesos desde Promesas de Amor, nos leemos.
No conocía a este autor! Has leído ya su libro? Qué tal está? Besos. Nos leemos :)
ResponderEliminarNo conocía ni al autor ni a la novela, pero parece muy agradable. Y nada más digo que, aunque es cierto que casi no hay lectores entre 15-18 años, pues aquí hay muchísimos blogers entre esas edades, yo me incluyo, que disfrutamos de la lectura ¿si o no?
ResponderEliminarbesos!
Interesante entrevista ❤
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarMe encanto la entrevista, aunque no creo que disfrute del libro.
gracias por la entrada
nos leemos