Corazón de cactus y otras formas de querer - Anna Manso

Título Corazón de cactus y otras formas de querer

Autor Anna Manso

Páginas 245

Autoconclusivo

Editorial SM

Sinopsis

Lara acude a comprar unas entradas para una sesión DJ. Diego está esperando la cola para arreglar los papeles de inmigración. El destino hará que se conozcan, dice Diego. O la mala suerte, según Lara. Esta es la historia de los dos, y de un curso que empezó con una catátrofe y terminó con una fiesta. Aunque todo depende de cómo se cuente la historia.

Opinión personal

No iba con grandes expectativas y siendo yo es lo mejor que me puede pasar a la hora de leer un libro. El no ir con expectativas hace que ni siquiera me detenga a releer la sinopsis (la leo una vez, si me llama la atención lo apunto en mi wishlist, si no pues nada) y que acepto con los brazos abiertos todo lo que me encuentre.

No me detuve demasiado a descodificar, por así decirlo, la portada, y es algo que me gustaría empezar a hacer y a la vez no, porque el intentar averiguar de qué va a ir la historia por la portada, ya es una forma de hacerme expectativas y no, mal. Pero bueno, después de esta pequeña reflexión, que igual si no me hubiera dedicado a mirar solo por encima la portada habría sabido que la protagonista me iba a gustar desde el minuto uno.

Al empezarlo nos encontramos a la autora presentándonos la obra, algo muy fuera de lo normal, y además conforme vamos leyendo encontramos pequeños comentarios de la autora que me han hecho estar más conectada a la historia.

Conforme iba avanzando las páginas me he ido dando cuenta de que la narración me parecía algo infantil y con cosas sin sentido o que fácilmente se podrían haber solucionado de otra manera (estoy hablando de los primeros dos o tres capítulos) y con diálogos forzados pero después no sé si es porque me iba acostumbrando o es porque acaban siendo más reales.

La historia en sí es muy simple pero tiene pequeñas referencias a temas que no vendrían nada mal para que los adolescentes fueran incluyéndolos en su vida diaria. Esos temas son el feminismo (la camiseta de En el Cervantes Dulcinea se mea es de lo más original y acorde de la historia de la humanidad), el racismo (Diego es latino y se le atribuyen comportamientos no muy buenos solo por su procedencia) y el machismo.

Al no tener grandes giros argumentales tengo que decir que la historia llegaba a hacerse pesada pero aún así me ha gustado sobretodo porque es una historia de personajes.

Lara, nuestra prota, es la chica real y dura a la que el título hace referencia. El amor ha llegado a su madre, a su padre, a una de sus mejores amigas e incluso a su hermana y ella está completamente decidida a entregarse muy duramente a la música y no a los chicos. Es feminista ante todo porque en cuanto ve un acto de machismo se pone manos a la obra para evitarlo: ¿machismo en las canciones? Pues busca una chica que componga canciones con el mismo ritmo pero con letras feministas. ¿Hay más baños de chicos que de chicas? Recogidas de firmas en el instituto para evitarlo. Y me encanta.

Creo que es justo eso lo que la gente joven de hoy en día necesita, que se vea lo que está mal y proponer algo para cambiarlo. También es una amiga muy leal, porque en cierto momento llega a quedarse “sola”, y no por ello le niega el habla a nadie. Es como que después de todo, está ahí cuando tu mundo se desmorona. Y si a eso le sumamos que tiene los pensamientos, dudas e inseguridades propias de cualquier adolescente sobretodo acerca de Diego y sus amigos, se vuelve más real y tangible.

Luego también tenemos a Diego, el otro compañero de Lara en su historia. Me da la sensación de que surge demasiado rápido la fijación de este chico por Lara, pero no es por parte de ella entonces no sería exactamente un instalove, pero casi. Sí tengo que reconocer que desde el principio no me daba buena espina y aunque luego la autora como que termina dándole una justificación a su comportamiento, la verdad es que para mí no la tiene. A ver, no llega a ser un machista controlador, pero sí es verdad que hay ciertos momentos en los que me da la sensación de que lo es un poco. Por ejemplo, hay un amigo suyo que lo es, aunque solo sean como “venazos” que en un momento le da por decir cualquier estupidez de una chica y luego no demostrarlo, Diego lo defiende.

Dice que su amigo es así y a mí no me convence porque a ver, puedes soltar una burrada pero solo el hecho de soltarla, en broma o no, ya las has soltado. Y quizás tus amigos saben que no lo dices en serio, pero igual otro que te escuche sí. Y además, que lo digas en broma o no, que no tienes por qué decirlo y punto. Que cada uno puede hacer lo que quiera sea cual sea su género, orientación sexual y otras variedades de la personalidad. Total, que no, que a mí Diego no ha terminado de convencerme.

Corazón de cactus y otras formas de querer es una historia sencilla, de personajes luchadores que solo quieren ser felices con lo que hacen y con quien lo hacen (y si hay que hacer una recogida de firmas para cambiar la distribución del instituto, pues se hace). Trata temas que siempre se han pasado por encima pero por fin ha llegado una autora española a lanzar una historia con personajes bien caracterizados que no quedan en cliché y simplemente apoyan la idea, sino que pasan a la práctica.

3/5