El Señor de las Moscas - William Golding

Título: El Señor de las Moscas
Autor: William Golding
Páginas: 249
Autoconclusivo
Editorial: Alianza

Sinopsis

Una treintena de muchachos son los únicos supervivientes de un naufragio en el que perecen todos los adultos. Enseguida se plantea cómo sobrevivir en tales condiciones, y no tardan en crearse dos grupos con sus respectivos líderes. Ralph se convierte en el cabecilla de quienes están dispuestos a construir refugios y a recolectar, mientras que Jack se convierte en el jefe de los cazadores, animados por un espíritu más aventurero. Las tensiones entre ambos bandos desembocan en un enfrentamiento que se resuelve en un baño de sangre. El señor de las moscas es un nombre para el mal en la cultura judía, y este es uno de los temas principales de la novela, junto con la contraposición entre civilización y barbarie y la validez de la disciplina, entre otros muchos.

Opinión personal
Este es un clásico de la literatura inglesa y que enseña distintos valores. Cada persona que lo ha leído refleja una enseñanza distinta y descubre una metáfora diferente: que si tiene que ver con la política, con la moral humana, con la existencia de la sociedad... En fin, yo por mi parte he encontrado algo que creo que está relacionado con la moral humana. 

Este libro hace ver cómo un grupo de niños de 5 a 14 años tienen que sobrevivir sin nadie creando diversos grupos: uno que cace, otro que alimente la hoguera, otro que construya refugios... Y mediante una votación todos deciden un líder: Ralph. Se ve cómo los primeros días todo es maravilloso y va de perlas, pero cuando Jack y su grupo de los cazadores decide ir por su cuenta y le dan más importancia a la carne que a la hoguera que permitirá que un barco llegue a rescatarlos, todo se volverá patas arriba.

Creo que es una metáfora con el egoísmo que podemos tener los humanos. En vez de pararnos a pensar en los motivos que tiene una persona para hacer una cosa determinada, nos limitamos a hacer lo que creemos mejor para nosotros mismos. No abrimos la mente a otras posibilidades ya que nos cerramos en banda a nuestro propio interés y cuando alguien nos lleva la contraria acabamos como estos chicos: lanzando piedras ladera abajo para rebentarle el cráneo al que menos culpa tiene. Esto que he dicho me pareció muy fuerte cuando lo leí. No paraba de pensar: tienen doce o catorce años y ya están haciendo esto por culpa de no pensar en un bien común, ¿qué se supone que harán cuando vuelvan a la civilización y tengan veinte años? ¿Liarse a tiros con el primero que se oponga a lo que ellos quieren? Me parece un fuerte crítica a lo que es el ser humano y además, el autor utiliza niños para que veamos que si estas criaturas, en un principio inofensivas, son capaces de hacer todo esto, ¿qué haremos los mayores?

Un libro con una historia llena de gran contenido didáctico pero que hay que saber descifrar, y metáforas relacionadas con el ser humano que hace que nos paremos a pensar qué somos, qué hacemos y qué queremos.

Lo bueno: quizás sería lo que enseña acerca de nosotros mismos y lo maduros que son los niños a pesar de ser tan jóvenes y no tener ningún adulto que les ayude.
Lo malo: el ritmo lento que hasta los dos últimos capítulos no empieza a ser algo más ágil y algunos personajes tan sumamente egoístas que es casi imposible que puedan ser así por propia naturaleza.

3/5

Almudena.