Pide un café, disfruta de una buena lectura y… acaricia al gato que tienes a tu lado.
Una historia reconfortante que hará que tu vida sea más agradable.
Una auténtica novela feel-good, encantadora y estimulante que atrapa desde la primera hasta la última página.
Leonie, una joven profesora de instituto que ha decorado su piso de Colonia con gran dedicación, acepta a regañadientes cuidar de la gata de su vecina durante tres semanas. A Susann le gustaría volver a Isquia, tal vez por última vez, y Leonie no quiere impedir que cumpla su deseo, así que se queda con Mimi, aunque no tiene ni idea de cómo cuidarla. Los primeros días son un desastre. Leonie necesita un milagro. Entonces se le ocurre la genial idea de dejar a la gata con su amiga Maxie, que acaba de abrir la librería café “La señorita Paula” en honor a su tía, que ha fallecido recientemente y le ha dejado miles de libros que espera vender a los clientes.
Este libro gira en torno a Leonie, una chica que casi de la noche a la mañana, se ve conviviendo con la gata de su vecina Susann porque se va de vacaciones. A pesar de no tener ni idea sobre el cuidado de gatos, ella pone su mayor empeño en comprarle juguetes y tratar de cuidarla lo mejor que puede. Pero la minina no está a gusto así que la convivencia pasa a ser un desastre.
Cuando Leonie empieza a ver su integridad física y la de su casa están en peligro, le pide a ayuda a su amiga Maxie, amante de los gatos y que muy amablemente añade una categoría más a su cafetería-librería: ahora es un catcafé. O lo que es lo mismo, una cafetería con gatos en su interior para que los clientes los acaricien y los mimen mientras hacen consumo.
Gatos y libros, creo que no le pido más a la vida.
De vez en cuando va bien una historia tranquila y agradable, sin dramas, para desconectar y simplemente estar de chill. Este libro es lo que se viene llamando "cozy" o "feel-good". Yo no veo la diferencia entre ambos términos, siento que vienen a ser libros reconfortantes, con un ambiente muy cómodo y tranquilo. Aunque cozy me viene más a la mente para días de frío y lluvia, más de fin de semana. No lo sé, son sensaciones que me dan.
Pues este sería ese tipo de libro cozy que te lees en una tarde si tienes tiempo. Además, es cortito, con una historia sencilla y muy simple. A mí me ha dejado el corazón calentito.
Me gustó mucho el personaje de Leonie, sobre todo al inicio cuando no sabe por dónde meter mano a la gata y sus cuidados. Cómo aprende desde cero a cuidar de ella, cometiendo errores, y queda muy bien reflejada la convivencia real con una gata a la que se saca de su rutina a la fuerza.
Se me hizo un poco lento aunque lo veo bastante lógico ya que estoy acostumbrada a libros con muchísimo drama y grandes giros argumentales cada dos capítulos. Para disfrutar de este libro hay que saber lo que te vas a encontrar y estar preparada, no se puede afrontar de la misma forma que se hace con un libro de fantasía o cualquier otro género.
No aparecen muchos personajes y se me hizo entretenido todos los líos que hay entre ellos, las relaciones que se forman y, por supuesto, cómo se entrelazan con el local de Maxie y los gatos.
Tengo que mencionar también que al final de este libro se nos da la oportunidad de recrear las recetas de la tía Paula que usa Maxie en su cafetería y que me muero por probar.
Si buscas un libro sobre gatos y libros y que no te coma mucho la cabeza, este es tu libro.
3/5