The long game, Elena Armas

The long game | Elena Armas | Simon & Schuster | 376 pág. | 2023

Amor en juego | Elena Armas | Grijalbo | 448 pág. | 2023

Adalyn Reyes siempre ha estado centrada en los Miami Flames. Sin embargo, su impecable carrera se ve afectada cuando el vídeo de un altercado con la mascota del equipo se hace viral. En consecuencia, el dueño del club (que casualmente es también su padre) la manda a un pueblo en mitad de la nada para que reflote el equipo de fútbol local. Adalyn está dispuesta a dejarse la piel para conseguirlo, pero no contaba con que sus jugadores serían un grupo de niñas de nueve años con tutú y una cabra como mascota.
Además, Cameron Caldani, exportero y leyenda del fútbol, también se encuentra en el pueblo, aunque su presencia allí es todo un misterio. Cam es el candidato perfecto para ayudarla, pero después de un primer encuentro un tanto accidentado (quien dice «accidentado» dice «lo atropellé con el coche»), en los planes del futbolista de élite solo cabe deshacerse de ella cueste lo que cueste. Sin embargo, marcharse no es una posibilidad para Adalyn, que no descansará hasta recuperar su antigua vida. Con o sin la ayuda de Cam.

Si no hubiera sido por el club de lectura presencial en Granada de Bookessia (os dejo el enlace a su instagram) no hubiera leído este libro. 

Sé que Elena Armas es toda una referencia en las romcoms así que iba con expectativas, no voy a negarlo, pero ha sido un poco desastre. Tal y como les pasa a Adalyn y Cameron: un primer acercamiento bastante regular.

¿Me gustaron los personajes? Ni fu ni fa. No empiezan con un buen pie (un motivo random que podría haberse quedado en anécdota y Adalyn convierte en algo surrealista y, al parecer, justificación a que se lleven fatal), y Adalyn no terminaba de caerme bien, con cada interacción, me iba cayendo peor. Suerte que en algún momento de las primeras 100 páginas, deja de caerme tan mal.

Con Cameron Caldani (para un personaje del que me gusta su nombre completo, tengo que referirme a él de forma completa) me pasó justo lo contrario. Me caía bastante bien, su personalidad grumpy pero no demasiado, que es atento con Adalyn (aunque una cosa es ser atento y otra presentarse voluntario como sugar daddy) y que evoluciona a ser pescador (acaba tirándole la caña a Adalyn de una forma MUY directa). Pero entorno a las 200 páginas empezó a sacarme de quicio (y no por la forma irónica de referirse a Adalyn, que al leerlo en inglés es mucho más pasable que leerlo en español. Otra cosa de la que me alegro por haberlo leído en inglés es las escenas de sexo: dan mucha menos vergüenza ajena).

Me esperaba más una proximidad forzada, de hecho la historia casi que te guía hacia eso, pero no. No vi la evolución de los sentimientos: se llevan mal, hay una escena que me dio vergüenza ajena leer y a partir de ahí, los dos están más calenturientos que una chimenea en invierno y, por supuesto, pasan a estar súper enamorados.

Otra cosa que no me gustó fue que los capítulos acaban de una forma muy brusca. No suelo ponerle pegas a eso porque o pasa muy puntualmente o justo el siguiente capítulo sigue exactamente donde acaba el primero. Pero en este caso no. En este libro los capítulos acaban con una conversación profunda o importante, con una frase potente; y el siguiente capítulo sigue a lo suyo. Nada de mencionarse cómo sigue esa conversación anterior. Y me molestó que fuera tan constantemente.

Sentí que estaba hecha para los fans, para postear, porque hay frases/diálogos/escenas que quedan muy bien en un post, pero realmente la historia no tiene del todo un buen hilo conductor: parecía que cada capítulo lo hubiera escrito en diferentes días y después lo hubiera juntado todo y ya está.

La trama de los Miami Flames, de lo que llevó a Adalyn al pueblo perdido, podría haberse explotado mejor. Quedó muy surrealista y tampoco entendí la movida del padre con David y Adalyn.

Y el final, bueno, es predecible como en todas estas historias, pero al menos queda cerrado. Por lo menos a la historia de Adalyn y Cameron porque al parecer habrá una segunda entrega que apunta sea la historia del mejor amigo de Adalyn, Matthew.

En resumen, no ha sido un buen comienzo con la autora pero no descarto leer algún otro de sus libros más adelante, cuando se me haya olvidado todo lo malo que hay en este, pero estuvo entretenido y Cameron Caldani me hizo sentir como una fangirl en unos cuantos momentos.

Por cierto, el nivel de inglés está bastante bien (tengo un B1). Llevaba sin leer en inglés muchísimo tiempo y aunque he ido más lenta de lo que suelo leer en español, no es tan horrible.

3/5