Adicción a la vida - A. Sanh

Título Adicción a la vida
Autor A. Sanh
Páginas 121
Saga
  #1 Mi doble vida
  #2 Adicción a la vida
  #3 La vida triangular
Digital

Sinopsis

Durante los últimos tres años, Alejandra ha vivido sin ley ni orden en su vida, descontrolada y alocada, sin pensar en las consecuencias o en su integridad. Ha pasado momentos fuertes, momentos tristes y momentos de éxtasis total. Ha amado y ha odiado, se ha sentido querida y ha deseado venganza. Ha desarrollado su personalidad en torno a sus vicios y debilidades. Ahora, después de que su familia ponga límites a la situación, debe aprender a convivir con sus errores y anhelos. Debe rehacerse y afrontar todas las consecuencias de sus actos. ¿Es posible borrar un pasado tan turbio? ¿El amor puede sobrevivir a tanta tragedia? ¿Encontrará el camino de vuelta a sí misma sin dañar a nadie?

Gracias a la autora por la oportunidad.

Opinión personal

Hace poquito que ha salido esta segunda parte en Amazon así que ya podéis disfrutar de ella aquí. Viendo las altas sensaciones que me dejó el primer libro no podía dejar pasar el seguir leyendo esta historia.

Si el primer libro se me hizo eterno al principio, este me ha durado un día. Qué digo, unas horas. Se me ha hecho demasiado rápido más que nada porque aquí la historia se estanca. Los padres de Alejandra reaccionan y le establecen un castigo: estar encerrada en su habitación lo que queda de curso prácticamente. Ah, y nada de caras bonitas hacia ella; que dé gracias si la miran siquiera.

Si esto lo llevas ahora a la vida real, hay mucha polémica. ¿Encerrar a una hija? Estáis locos. Ellos decidieron que era la mejor solución, pero no es la única. Ya entro en mi opinión; si habéis descubierto que vuestra hija trafica con droga y ha metido en ese mundo a su hermana, ya independientemente de que sepáis que la consume o no, llevadla a un especialista. Por supuesto que tiene que recibir un castigo, pero que alguien la ayude. No, espera, mejor la encerramos y que se consuma ella solita sin ayuda ni apoyo. 

No sé ni como Alejandra sigue intentando llevarse bien con sus padres, yo en esa situación creo que una vez me dejasen libre los odiaría por completo. Vaya, ni me ayudáis a salir de aquí y encima me encerráis. Que sí, que la culpa será de la niña por meterse ahí pero al menos ayúdala a salir que se supone que es lo que hacen los padres, que a pesar de todo están para ayudarte. Así que no, ni en el anterior ni en este estoy de acuerdo con los padres.

Hay una evolución notable en Alejandra. Alejandra acaba dándose cuenta por sí sola de lo que está bien y lo que está mal. Al principio cae de nuevo en el perfil que le crea la droga: el hacer todo lo posible por consumirla, pero luego evoluciona y aunque sigue teniendo ese mono, deja de intentar conseguirla de forma rastrera. Al menos hasta que se la ponen en bandeja.

También tendría que mencionar a Clara, una de sus amigas que es la que más repercusión tiene en su vida porque también consume y a veces la anima y otras le intenta ayudar. En el primer libro me dio la sensación de que estaba un poco ahí de pasada, pero en realidad representa lo mismo que Alejandra aunque no sea la protagonista: la droga está ahí, por mucho que pienses que eres capaz de dejar de consumirla, al final recaes. No pides ayuda, no dejas que otros te ayuden y el ciclo no para de repetirse.

Para mí esta segunda parte ha sido como una especie de transición y espero que Alejandra consiga por fin ese deseado final que ya rozaba con la punta de los dedos en este tomo.

Quiero mencionar que la narración a veces cambia. La historia sigue siendo narrada por Alejandra pero de vez en cuando se sale de su perspectiva y nos encontramos un narrador en tercera persona e incluso una parte que está contada en forma de teatro. Se lo comenté a la autora y me dijo que era todo a propósito para darle diversidad literaria.

A ver, eso original es, y a veces se agradece el salir de lo normal, pero creo que lo del teatro no ha salido demasiado bien. El problema está en que ese cambio de narración solo aparece una vez, no como el narrador en tercera persona que a lo largo de la historia nos lo vamos encontrando, y sin embargo el teatro solo sucede en una sola escena y creo que puede descolocar bastante al lector. A mí me descolocó. Igual si lo hubiera utilizado más no se vería tan extraño y forzado.

También hay algunas anotaciones del tipo: cambio de narrador a propósito, leer capítulo correspondiente del primer libro... E incluso hay un capítulo que repite lo que es la historia de Alejandra. Eso habría quedado bien, a mi parecer, al inicio del libro a modo de recordatorio pero no cuando ya llevabas unos cuantos capítulos.

Espero con muchas ganas la tercera parte y poder quedarme tranquila porque Alejandra me ha tocado demasiado la fibra sensible y me gustaría poder celebrar que ha podido seguir con su vida y también si por fin consigue a Kiko, que el pobre tiene el cielo ganado esperándola y queriendo hacer las cosas bien.

3'5/5