Solo contigo, ¿recuerdas? - Patricia Bonet

Solo contigo, ¿recuerdas? | Patricia Bonet | Digital | 342 pág. | 2019

Los polos opuestos se atraen, y eso es algo que Héctor y Jimena saben de sobra. Un día, sus mundos colisionan y ya nada volverá a ser igual. Pero hay cosas que uno no prevé. Hay veces en que, aunque no sea lo que esperas, tienes que decir adiós a aquello que más quieres. Y el tiempo pasa, y la vida sigue y todo cambia. Y te ves diciendo que sí a cosas que, a lo mejor, no deseas, y te ves aceptando situaciones que nunca te hubieras imaginado.
Pero, cuando menos te lo esperas, el pasado se planta delante de ti y te hace preguntarte si es cierto eso que te dices a ti mismo todos los días: «¿He conseguido pasar página?». Porque hay una cosa que está clara, y es que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. ¿O ellos sí lo sabían?

Creía que serían adolescentes, pero Jimena y Héctor ya son adultos. Además de que ambos nos cuentan su historia mezclando presente y pasado, por lo que ya sabemos cómo acabó la cosa entre ellos y mediante viajes al pasado, conocemos cómo se conocieron, cómo se enamoraron, cómo fue estar juntos... y finalmente, el punto final que le pusieron a su historia.

Al principio me resultaba un poco confuso esas idas y venidas del pasado al presente pero al final me acostumbré, además de que está bien hilado en el sentido de que si en el presente se menciona algún momento concreto del pasado, el siguiente capítulo es exactamente ese momento.

No me gustó el mensaje que vino a transmitir de que "el amor lo puede todo". No os hacéis una idea de cuánto odio esa frase porque no, el amor NO lo puede todo. Y hay cosas que NO se pueden perdonar y yo si hubiera sido Jimena, no se me hubiera ocurrido perdonar a Héctor. No por el suceso en sí, el motivo por el que se distanciaron, sino por el camino de decisiones que fue tomando Héctor hasta llegar a ese momento.

Es importante perdonar y perdonarse, pero no comparto la idea de la súper conexión que dicen que tienen. Siento que fue la decisión fácil, que vieron que funcionaba, pero para mí deberían haber pasado página.

No empaticé con Jimena, creo que se habría ahorrado bastantes disgustos si hubiera ido a un psicólogo. También me hubiera gustado que tomase las decisiones por sí misma y no pensando en Héctor o en cualquier otro hombre. Quería ver a una protagonista más fuerte y decidida.

La narración es muy ágil, se lee muy rápido y los personajes secundarios están bastante bien desarrollados. Me gustaron más que los protagonistas.

El final no me gustó. Vuelvo a lo mismo: la decisión fácil. Para mí el final estaba unas páginas antes. Aun así, me quedo con un buen sabor de boca. No fue la mejor historia de amor que he leído, tampoco los mejores personajes ni el mensaje a transmitir; pero está entretenido y se lee bastante rápido. Volveré a leer a la autora.

3,5/5