Serie - Gambito de dama

Gambito de dama | 7 episodios | 57 min. | 2020 | Netflix

Kentucky, años 60. En plena Guerra Fría, la joven Beth Harmon es una huérfana con una aptitud prodigiosa para el ajedrez, que lucha contra sus adicciones mientras trata de convertirse en la mejor jugadora del mundo ganando a los grandes maestros, en especial a los rusos.

Viendo la fama que alcanzaba la serie, no pude resistirme a verla. De hecho si algo me enganchó desde el principio fue la ambientación, la escenografía, ese filtro desaturado.

Como la serie empieza con el presente de Beth y después vuelve a su infancia y donde todo empezó, pensé que se irían alternando flashbacks con el presente pero en realidad me sorprendió para bien porque es muy lineal y se entiende todo a la perfección. Cómo descubre el ajedrez, cómo se entrena, cómo va ascendiendo en los torneos... También cuándo se va quedando sola.

Al principio pensé que la madre no iba a estar ahí para Beth, pero después, quizás movida por el interés de ganar dinero, empieza a estar mucho más pendiente de ella. Hay una escena, después de una partida, en la que ella le pregunta qué tal ha ido y a pesar de no saber nada de ajedrez, la escucha, y qué momento tan precioso.

Necesité más Benny en pantalla. Sé que no es una serie sobre amor y no es ese tipo de escenas las que necesitaba, pero me pareció un personaje genial que a pesar de todo sigue ahí para Beth, la ayuda a seguir practicando y siempre desde distintos puntos de vista. Fascinante.

Lo que sí vi que me dejó con muchas ganas fue ver el después del pedazo de torneo que se marca con Borgov. Si toda su vida la ha enfocado a ese torneo... ¿Qué pasa después? El ajedrez es lo único que la mantiene relativamente cuerda, siento que es un personaje inestable y una vez le quites ese torneo... ¿Qué va a hacer ahora? Nada la va a mantener enfocada.