Caramelos de café - Paula Dalli

Caramelos de café | Paula Dalli | 313 pág. | Planeta | 2018

Recién cumplidos los dieciocho años, a Valentina se le abre un futuro lleno de posibilidades: en breve iniciará su vida universitaria lejos de su familia y se trasladará a Madrid a vivir con Melanie, su mejor amiga. Sin embargo, parece que todo se tuerce. Su madre acaba de abandonar la casa familiar para irse a vivir con su nuevo novio, y ahora Vale debe lograr que su padre y su hermano aprendan a cuidarse por sí mismos antes de que ella se marche. Solo le consuela desayunar en su lugar favorito, que atiende el barista más guapo y sensual que ha visto nunca, Jon. Valentina necesita sentirse una adulta independiente y cumplir todos los planes que lleva años imaginando, pero Madrid le reserva una sorpresa: cierto día mientras pasea por la calle entra en una especie de pizzería do it yourself cuyo encargado, casualmente, es Jon, el barista guapo de Altea. Así comienzan una relación en la que compartirán su amor por la cocina y el sueño de dedicarse profesionalmente a ello.
Para lograrlo, se verá envuelta sin quererlo en un revuelto de ingredientes variados: nuevas amistades, reapariciones inesperadas y una sensación de descontrol al tomar decisiones pensando que improvisar una receta siempre sale bien.

La sinopsis tiene bastantes puntos para ser una buena historia, pero me encontré demasiada narración para lo que es. Tendría que haber sido una historia ágil de leer, es un libro bastante corto pero en realidad es todo lo contrario. Demasiados detalles sin importancia.

No conecté con Valentina porque pasa de hablar con su familia sobre su nueva decisión entorno a su vida, prefiere mentir y estar sola a contarlo y tener apoyo. Se escuda en el "tienen demasiadas cosas de las que preocuparse" o "¿y si no me apoyan?" pero es tu familia. Se preocupan por ti, estás viviendo con tu mejor amiga a la cual también le mientes constantemente. Ignora deliberadamente los mensajes del hermano o del padre, sobre todo del hermano cuando en cierto momento necesita de su ayuda y Valentina simplemente le manda un mensaje con un "luego hablamos". WTF? Se toma demasiado literalmente lo de "independizarse".

Igualmente la amiga, Melanie, no es mejor porque no parece saber escuchar. Valentina no sabe hablar pero Melanie no sabe escuchar. Además de que al final de la historia tiene un momento en el que de verdad hace que le odiemos. Lo peor es que parece que esa es su finalidad, simplemente hacer que le odiemos, no se profundiza en sus decisiones, parece un personaje simplón que se deja llevar por lo que siente en cada momento.

Si algo me gustó de esta historia es que está inundada de cocina. Se centra muchísimo en este tema y me ha parecido bastante original. Pero hasta ahí porque hasta el romance es demasiado simple y plano, no siento conexión entre ellos de la misma forma que se expone la conexión con la cocina. 

Por no hablar del desorden que es la narración. La mayoría de los capítulos acaban con una frase que te deja con ganas de seguir leyendo del tipo "recibí un mensaje" o "llamaron a la puerta" y hasta capítulos después no sabemos qué pasó en esa escena, se van dando saltos en el tiempo constantemente haciendo que el lector se pierda. Estamos viendo el presente, después se salta a varios días después de eso y luego acaba volviendo a ese momento. Y también que encontramos la narración de Rafa y Melanie pero no está identificado y hasta que no pasan unas líneas no sabes quién está narrando.

Sin duda es un libro demasiado simple para alguien que ya está acostumbrado a una trama similar pero mejor elaborada, y diría de trama ágil pero realmente parecía que tuviera el triple de páginas de las que tiene. No me ha enganchado, no me ha transmitido lo que creo que la autora quería transmitir y a pesar de todo lo que se ha explayado con detalles inútiles, ha dejado muchas cosas sin tratar.

2,5/5