El niño con el pijama de rayas - John Boyne

Título: El niño con el pijama de rayas
Autor: John Boyne

Sinopsis
Estimado lector, estimada lectora: Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata. No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad. El editor.


Opinión personal
La historia está narrada en tercera persona pero centrándose principalmente en Bruno, en sus pensamientos y sus acciones, en una casita de Auschwitz, más pequeña que la de Berlín. Creo que no hace falta aclarar que el libro trata temas nazis, la Alemania gobernada por Hitler y con campos de concentración para judíos, situando la nueva casa de Bruno y su familia justo al lado del mayor campo de concentración nazi de la historia. Me da pena ver que un niño de 9 años, con toda su inocencia, no sepa quién es su padre ni qué cargo ocupa, no sepa que el otro lado de la alambrada significa ser distinto, ser un judío, significa la muerte. Tampoco sabe que esos pijamas son algo más que un pijama a rayas y que no le cortan el pelo porque tengan piojos, ni que están ahí porque tan solo están de vacaciones.

Bruno había momentos que me sacaba de quicio. Cuando habla con Shmuel y está viendo toda la tristeza que hay en su vida y él sigue pensando en su casa de cinco plantas, quejándose de que esta en la que vive ahora solo tiene tres y no tiene donde explorar. Me ponen enferma esas personas que teniendo mucho siguen pensando que es poco pero me paraba a pensar en que solo es un niño de nueve años, que no conoce mas allá de la alambrada y lo que implica, y que no sabe que hay gente que no es tan agraciada como su familia.
Shmuel me ha parecido adorable aunque no se termina de conocer del todo. También vive sin una gran idea de lo que implica ser judío, llevar ese pijama a rayas y estar dentro de la alambrada. Con una vaga idea no se conoce toda la realidad.
Gretel me ha recordado un poco a mí. No tiene mucha paciencia con su hermano por lo que perdía los nervios con algo tan sencillo como cuando no pronunciaba bien el nombre del Furias o Auchviz. Al principio tan solo es una niña de doce años que vive más o menos igual que Bruno, sin saber cuál es el cargo que ocupa su padre, pero conforme avanzas en la historia, te das cuenta de que ha madurado y ya sabe algo más acerca de la alambrada y lo que ocurre dentro.
Los padres me han dado emociones muy contradictorias. No puedo decir que odie al padre después de todo lo que hace, puesto que no es el único que lo hace. Él tan solo cumple con su trabajo aunque al parecer le gusta hacer eso. Y la madre si siento cierta pena por ella. Sabía lo que era su marido, lo que eso acarreaba, le plantó cara a su marido y aún así sigue bajo su mandato. Yo no lo aguantaría y mucho menos en un entorno como ese poco apto para niños.

Quise tener el libro desde que vi la película por lo que ya sabía yo como iba la historia. Si os lo estáis preguntando, no, no he llorado con el libro, pero con la película se me caían las lágrimas a chorros. Tengo que decir que la película es una gran adaptación y que aunque hay partes que no salen en el libro y viceversa, ambas cosas están bastante bien compenetradas. Pavel, el señor que pela las patatas y luego sirve la mesa, me dio muchísima pena, no solo en el libro cuando el teniente Kotler le habla de esas maneras y eso, sino en la película la manera de hablar del actor y de interpretarlo, me recordó muchísimo a mi abuelo que en paz descanse y bueno, fue otra razón más por la que las lágrimas no paraban de salir. Al principio quedé desconcertada ya que no tenía ni idea de quien era el Furias, aparte de que vaya nombrecito, aunque al final acabé descubriendo que era un error de pronunciación por parte de Bruno al igual que Auchviz.

El final por supuesto ya me lo esperaba pero tengo que reconocer que no se me habría cruzado esa idea la primera vez que leí algo sobre el libro o la película. Está bastante bien para mostrarle al padre que tipo de trabajo tiene y lo que está haciendo con esas pobres personas. Recomendable hasta cierto punto, solo para gente que sepa sobre el tema porque alguien que no sepa nada del tema nazi ni nada de esto no acabara entendiendo el libro. Una lectura fresca y amena que se lee fácilmente en una o dos tardes.

4/5